Al presentar en el sentido temático el trabajo “La Mezquita-Catedral de Códoba: símbolo universal de alianza de civilizaciones” se ha de estudiar previamente si este lugar ha sido en su prehistoria un lugar sagrado. El historiadr que liderará este Portal-Web y que firma ese trabajo, de antemano, asegura este carácter, tal como a continuación se va a demostrar.
En la gran obra La Catedral de Córdoba, firmada por nuestro amigo Manuel Nieto Cumplido (Cajasur, Córdoba 1998), colaborador igualmente de este trabajo para todos los internaturas del mundo, en el Epígrafe “El solar: de Salomón a la Iglesia de San Vicente”, escribe lo siguiente:
Introducción
Tartesos y Salomón: una razón de existencia
¿El Templo Romano del Dios Jano?
“Las fuentes escritas aportan diversas noticias, unas históricas, otras legendarias, sobre la ocupación del solar antes de que Abd Al-Rahman I comenzara la Mezquita. El Dikr bilad al-Andalus, traducido por L. Molina, introduce el texto de Ibn Hayyan, a quien da el apelativo de «autor de la Historia», que por legendario no deja de tener interés encuanto que tiende a acentuar el carácter sagrado del solar de la aljama cordobesa desde tiempos bíblicos.
Relata Ibn Attab basándose en Ubayd Allaha al-Zaharawi, quien, a su vez, lo sabía por sus maestros, que el lugar donde ahora se alza la aljama cordobesa era una gran hondonada en la que los cordobeses solían echar sus desperdicios y enterrar allí a sus muertos. Cuando Salomón, el hijo de David, llegó a al-Andalus, pasó por Córdoba e hizo alto frente a ella; al ver la hondonada se detuvo y dijo a los genios: «Rellenad y nivelad este lugar, pues aquí se alzará un templo en el que se rendirá culto a Dios Altísimo». Los genios hicieron lo que les había ordeando el Profeta de Dios, Salomón, y cuando estuvo aplanado y nivelado, les mandó edificar el templo. Acabado esto, puso algunos rabinos israelitas para que lo poblaran y establecieran allí las leyes de la Torá y los Salmos. Así continuaron las cosas hasta que Dios envió a Jesús y se difundió el Cristianismo, con lo que el templo se convirtió en iglesia cristiana en la que se adoraba a Dios Altísimo y se leían los Evangelios”.